La leyenda y memoria de Pamplona


Son esas calles llenas de un misterio histórico, esa neblina que la hace poética pero siniestra, ese tema lúgubre de la ciudad que a muchos atrae, pues sus vistas son como una postal de una ciudad perdida en sus mitos y leyendas, una tradición constante que prevalece con el pasar de los tiempos y esos antepasados que tienen mucho por contar.

Sarita, El cojito, La llorona, La mujer en la calle Santo Domingo, entre otras historias hacen de Pamplona una ciudad mucho más interesante, esa vida de antes, esos mitos, esas leyendas que cuentan los antepasados y que rondan la ciudad han hecho que cobre vida, en espacios como el cine o la inspiración de textos poéticos y de estructura en prosa.

No solo los mitos y las leyendas son una gran riqueza de la tradición oral pamplonesa, también los cantos, cuentos, y canticos representativos de la ciudad han hecho que su memoria prevalezca, esa identidad real de la relación que se tiene con la historia es lo que más genera cultura, es por ello que se ha creado a partir de eso textos, poemas y hasta libros dedicados a la muestra de la leyenda pamplonesa.

En la biblioteca pública Jorge Gaitán Duran y Eduardo Cote Lamus, se encuentran varios textos que hablan tal vez no directamente de la tradición oral de la ciudad pero si cuentan con una recopilación de la gran memoria colonial, los canticos eclesiásticos, la reverencia de los antepasados, tradiciones que se convirtieron en una atrocidad, cada relato con un significado mucho más sombrío.

Las mayores fuentes no oficiales de los mitos y las leyendas de Pamplona son los adultos mayores, quienes durante años se han alimentado de miles de historias que rodean a esta ciudad tan encantadora como lo es la Pamplona viva, sus grandes nombres que ni siquiera le hacen juicio a sus grandes hazañas, lo que fue, lo que ha sido y actualmente lo que es, muestra su gran trayectoria gracias a las miles de muestras a las que se le puede determinar mítica.

Consuelo Cote historiadora de la ciudad cuenta en su discurso como era la vida antes de lo que se puede percibir actualmente, ella como su familia han sido grandes exponentes del arte, la literatura, la poesía, entre muchos otros elementos culturales, es por ello que cuenta cuando la asustaban con las historias viejas del cojito para que no saliera de su casa tan tarde, o de esas veces en que predisponían a los borrachos con la historia de la mujer que se los llevaba al cementerio y hasta la idea loca de que los Tronconi eran una familia de vampiros y el corazón de quien era su padre seguía clavado en una estaca.

No solo Consuelo habla de todas esas historias, Clara Valero también historiadora en sus relatos siempre cuenta sobre tradiciones de antaño, cuando en los diciembres la gente se disfrazaba, o cuando la llorona hacía de las suyas.

Pero en todo ello también se pueden encontrar muchas fotografías que rememoran esos instantes de relación real, por ejemplo en el museo Toto con la historia contada a través de relatos y aquel libro en el que el artista recopiló las leyendas y mitos más representativas de la ciudad de la neblina o en el negocio de los Tolosa, quienes también guardan esas imágenes de producto análogo en las cuales se revela lo que fue y sigue siendo en forma tradicional Pamplona, haciéndola esa ciudad misteriosa e interesante.

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Editora: Yamdry Martinez Celiz

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